La formulación de dicha teoría de Lasswell trata de desarrollar una forma adecuada de describir un acto de comunicación, para lo cual Lasswell, inspirado en las técnicas persuasivas de propaganda durante las dos guerras mundiales y, especialmente, en la inducción masiva de la población durante el período de la Alemania nazi, parte de una serie de supuestos (actualmente discutibles como veremos más adelante) a saber:
- Define a la comunicación como el acto intencional de una persona de dirigir un mensaje a otra
- Los procesos de comunicación de masas son asimétricos entre un emisor activo y una masa pasiva (unidireccionalidad)
- Los medios afectan a la audiencia a través del contenido
- El efecto son las respuestas de las audiencias
- El emisor del mensaje tiene un intencionalidad
- El proceso de la comunicación en la sociedad realiza cuatro funciones:
a) vigilancia del entorno, revelando amenazas y oportunidades que afecten a la posición de valor de la comunidad y de las partes que la componen
b) correlación de los componentes de la sociedad en cuanto a dar una respuesta al entorno
c) transmisión del legado social
d) entretenimiento
A pesar de ser un modelo vigente durante medio siglo, las críticas a Lasswell comienzan a surgir en torno a los comienzos del siglo XXI y la difusión de Internet, un medio que pone de manifiesto la bidireccionalidad de la comunicación, así como su carácter interactivo. Lasswell concebía, dada su época, al receptor como un sujeto pasivo por lo que en el proceso de comunicación no existía nada parecido al feedback o retroalimentación por parte del receptor en respuesta al emisor, situando la intencionalidad de forma exclusiva en el lado del emisor, mientras que los efectos recaían también de forma exclusiva en el lado del receptor. Ésto hoy ha cambiado radicalmente, como todos bien sabemos.
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